Una nueva España se asoma mañana al Mundial. Llegó ayer a Durban, la ciudad surafricana que albergará el debut ante Suiza, con una tranquilidad y serenidad insólita en otros estrenos previos. Ni un gesto de crispación sacude a la selección española, que aparece en el Mundial de Sudáfrica casi silbando, como si llevara las manos en los bolsillos, disfrutando del paisaje, sin dejarse arrastrar por la presión de ser considerada una de las grandes favoritas del torneo. Xavi es una pieza clave, así lo vimos en el entrenamiento
El equipo español, al final de un entrenamiento, el domingo. REUTERS / MARCELO DEL POZO
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